miércoles, 13 de enero de 2010

Crónica de un secuestro

El Alakrana fue capturado por piratas somalíes el 3 de octubre de 2009 a 416 millas al sur de las costas de Somalia. Su tripulación estaba compuesta en el momento del secuestro por 36 tripulantes: 7 vascos, 1 andaluz y 8 gallegos, estando el resto de la tripulación compuesta por tripulantes de Indonesia, Ghana, Senegal, Costa de Marfil, Madagascar e Islas Seychelles.

El buque Alakrana es un pesquero atunero congelador español, propiedad de la empresa Echebastar fleet S.L., que tiene su puerto de registro en Bermeo (Vizcaya) y que fue construido por los Astilleros de Murueta S.A., de Murueta.

Ya antes, el 3 de septiembre del 2009 el Alakrana eludió un intento de secuestro por parte de los piratas. Una pequeña embarcación, que los radares no consiguen localizar, intentó el secuestro del barco, pero este pudo escapar debido a que en esos momentos no tenían la red en el agua, ya que la acababan de replegar. Si la red hubiera estado en el agua les hubiera sido imposible escapar de los piratas ya que esta pesa más de 100 toneladas.

Un mes después los tripulantes del Alakrana no pudieron escapar y fueron secuestrados por 13 piratas fuertemente armados con fusiles y lanzagranadas. Los secuestradores se apresuraron en contactar con la misma persona que medió para la liberación del mercante alemán MV Victoria, apresado en mayo frente a las costas de Yemen y que pasó casi dos meses y medio en manos de los piratas.

Esos días Sugule Ali, cabecilla y portavoz de los piratas, declaraba: "Decidimos secuestrar el buque cuando tuvimos información de que España quería proteger la pesca de sus barcos en nuestras aguas. La tripulación española se enfrenta a una fuerte pena porque su Gobierno ha solicitado de la UE ayuda para mantener la pesquería ilegal en Somalia”. En una entrevista realizada al New York Times Sugule Ali dijo “que ellos no quieren solo dinero, sino que se deje de pescar de manera ilegal en sus aguas”, también dijo que “nosotros no somos los piratas, los piratas son aquellos que pescan de manera ilegal en nuestras aguas”.

Al auxilio del Alakrana acudió la fragata Canarias, que había zarpado el 10 de agosto de Rota (Cádiz) para incorporarse a la Operación Atalanta junto con otras fuerzas españolas. La Canarias, si bien no consiguió interceptar al atunero antes de que llegase a Harardhere, puerto base de los piratas, sí consiguió capturar a dos piratas que abandonaron el barco en un esquife. Estos fueron enviados a España para ser juzgados por piratería a requerimiento de la Audiencia Nacional.

Sugule Ali (pirata secuestrador del Alakrana): “los piratas son aquellos que pescan de manera ilegal en nuestras aguas”.

En España el ministerio de Defensa decía que el buque Alakrana faenaba fuera de la zona de seguridad de la operación Atalanta. Unos meses antes el PNV había presentado una moción para que los pesqueros españoles pudieran llevar militares a bordo. Esta moción fue rechazada por el Pleno del Congreso el 22 de septiembre. Con los votos en contra de PSOE, IU-ICV-ERC y UPyD. Mientras, la ministra de Defensa, Carme Chacón, defendía en la Unión Europea una mayor presencia de los medios militares en la cuenca sur de Somalia.

Al contrario de Francia, el Gobierno español no quería dotar de soldados a la flota española, pues argumentaba que legal y operativamente era imposible, y sólo permitía agentes de seguridad privada con un arma larga. Lo que pasa es que esto no incumbía a los barcos con bandera extranjera. Todos los barcos de propiedad española pero con bandera de Seychelles, iban a Victoria la capital de Seychelles, para incorporar mercenarios a su barco mientras el Alakrana continuaba capturado.

Por otro lado Jokin Carrasco, el que fuera capitán del Alakrana hasta julio declaraba: "El Gobierno, incapaz de controlar la situación, echa pelotas fuera y culpa al patrón de estar 400 millas fuera del área de seguridad. ¿Qué área de seguridad?", decía irritado, antes de proseguir. "En diciembre nos dijeron que el límite de actuación era de 500 millas marinas. Pues bien, el Alakrana no sólo se encontraba legalmente pescando en aguas internacionales, sino que estaba dentro del radio de acción de los barcos militares que nos protegen. Está claro que la operación Atalanta hace agua", terminaba diciendo.

Como medio de presión para conseguir la liberación de los dos piratas detenidos en España, el jueves 5 de noviembre de 2009 los piratas aseguraron haber desembarcado a tres tripulantes del Alakrana: Patxi Valdés, primer oficial del buque; Antonio Manuel Pérez, electricista; y el marinero Joaquín Fernández. En caso de no producirse la liberación de sus compañeros presos, amenazaron con asesinar al cabo de tres días a los rehenes desembarcados, o bien entregárselos a las familias de los piratas detenidos. Esta misma operación se repetiría con más marineros en caso de no ceder el Gobierno español a las presiones. Finalmente, fueron devueltos a bordo el 7 de noviembre. Posteriormente se descubrió que en ningún momento les llevaron a tierra y todo fue una estrategia de los piratas para presionar al gobierno.

El martes 17 de noviembre fue liberado el Alakrana tras el pago de un rescate de 4 millones de dólares (2’68 millones de euros). Los piratas liberaron a los 36 tripulantes del pesquero "Alakrana" después de 47 días de secuestro en la costa de Somalia, una vez cerrado un acuerdo que dio pie a la satisfacción del Gobierno, los partidos y las familias de los marineros. En torno a las 14.00 horas, los piratas abandonaron el barco dejando sanos y salvos a los marineros.

El Alakrana fue liberado tras el pago de un rescate de 2’68 millones de euros.

En el momento del pago había 63 piratas de diferentes clanes a bordo, lo que parece indicar que en el tiempo que medió entre el acuerdo y el pago en sí, los piratas avisaron a otros piratas para que participasen del botín. Durante el secuestro los piratas se llevaron todas las pertenencias de los tripulantes, por lo que algunos de los familiares que viajaron a Seychelles tuvieron que llevar ropa para que se pudiesen cambiar.

Durante la liberación, los helicópteros de las fragatas Canarias y Méndez Núñez intentaron sin éxito la captura de los últimos piratas que abandonaron el buque, llegando incluso a disparar contra ellos. Asimismo, y al igual que ocurrió con el Playa de Bakio, hubo de evitarse que fuera recapturado por piratas de otro clan. Esta versión fue desmentida por el patrón del Alakrana, quien negó que se produjeran disparos o que se intentase capturar a los piratas.

Las fragatas escoltaron al Alakrana hasta las islas Seychelles donde llegaron el 20 de noviembre. Los familiares de los tripulantes gallegos los esperaban en las Seychelles donde fueron trasladados con un avión del ejército. En cambio los familiares vascos les esperaron en España, unos por diversos motivos personales y otros porque acordaron que el recibimiento fuese en privado. Los familiares del marinero andaluz tampoco viajaron hacia Seychelles.

Los 16 tripulantes españoles retornaron a España el 21 de noviembre de 2009 en un avión del Ejército del Aire que aterrizó en la base de Torrejón de Ardoz.

Durante el secuestro, el 2 de noviembre de 2009, la ley española fue modificada para permitir a los vigilantes de seguridad emplear armamento de hasta 12,70 mm en los buques con bandera española, siempre que éste sea adquirido a fabricantes o distribuidores asentados en España. Igualmente, en la nueva reforma del código penal aprobada el 13 de noviembre de 2009, se contempla la nueva figura del delito de piratería, que será castigado con hasta 15 años de cárcel.

- RibE - (el estudiante)